lunes, 31 de agosto de 2009

...As time goes by..........


It's been years. Too many, in fact. At least that's what everyone who's heard your story say.

Time has flown. To me, it was only yesterday. The pain, in fact, remains the same.


I should be fed up of all this shit. I know it. 'It must be exhausting', some people say. A friend told me once, nobody had ever felt so much, so deep. And it's sad. But IT IS. That's the only way I conceive things. That's the only way I keep things in mind. Though I know my thoughts are completely dead. If they weren't there, life would be even....... I don't know. Useless, probably.


I hate to own that stupid idea of myself being alive only because you want to. Only because of you. It's everything so twisted.


Everybody knows when a feeling ends, at least for one of the parts, the whole universe we once created for the other one, turns against us. The adorable, enlightened places we used to go to suddenly turn into darkened woods. The songs, the books and the movies laugh back at all our pain... The strings now choke instead of softly strum.


Even the same sun that used to lighten up all of our dark old days, now has become unbearable. Every single membring hurts. And why......? All because of that sudden silence.


Let's now blame time. Or people form the outside. Every one who has bumped accidentally in our way. Or let's just be truthful to each other. And simply blame you and me. Nobody else.


And after that...what are we.....or at least me... What am I supposed to do with all these years of rotten feelings, getting bigger each second that passed by..? What am I supposed to say to each and every single person whom I've hurt even more each time..? Should I just gather with all of them and lightly tell them it's all your fault? Or even mine..?


Why is forgetting so impossible to me? Why is there no fucking cure for this so long cursed pain...................

domingo, 16 de agosto de 2009


Flashback

La lluvia parecía interminable. Las gotas no paraban de caer. Sobre el cemento producían un estruendo similar al de pequeñas explosiones, una atrás de la otra. Y así, por horas y más horas.



Yo pensaba en la distancia. En lo que hace la distancia. En los que hacen la distancia. En los que la crean. En los que la destruyen. En los que la matan para resucitarla una y otra vez, eternamente.



Pensaba en el tiempo. En los cambios rimbombantes que de a ratos trae el tiempo. En todo eso que el tiempo no permite cambiar. En lo caro y lo barato del tiempo. En cuánto vale un segundo para un atleta olímpico o para alguien esperando un informe médico en una sala de terapia intensiva y cuánto para un enamorado o un poeta insomne de por vida a las tres de la madrugada de un día cualquiera.


También pensaba en la compañía. Y por qué no, en la no-compañía. Intentaba hacerme una idea de esa soledad acompañada de la que una vez habló un cantautor cubano. Pensaba en el valor de una compañía tanto para un náufrago como para una pareja adulta ante un inminente divorcio conviviendo bajo un mismo techo.


Pensaba en el amor. Pensaba en cuánto pueden y no pueden hacer la distancia y el tiempo por el amor. O en cuánto podrían hacer pero ni uno ni otro quieren. Pensaba en cuánto podrían cambiar el amor una sencilla compañía, una pizca de tiempo o la suficiente distancia.


O quizás, qué tanto amor podría caber en una milésima de segundo, cuando alguien encuentra una mirada que esperó toda su vida por encontrar… O qué distancia podría existir cuando el amor es realmente puro y ante todo inalterable... O qué sería de la idea del amor si no empezara todo por el sólo hecho de sentirse simplemente un poco más acompañado que de costumbre…


Pero bueno… Al final de todo a mí lo único que me preocupaba era el interminable ruido de la lluvia sobre un cabello que ni siquiera era el mío. Y al fin y al cabo, caí en cuenta que en realidad, desde esa tarde, el ruido del agua jamás iba a volver a molestarme…